


Nuevo año y quiero comenzar ahora si con la historia de mi perrito.
Un día muy lluvioso salimos a reunirnos con amigos cerca a mi casa. Fui caminando bajo la lluvia cuando en una esquina en un basurero, mi amigo me dijo: "mira ese bartolo". Entonces vi a un cachorrito muy húmedo, con la cara mas triste que se puedan imaginar y cobijado por basura. Pensé: "Lo recogeremos, lo llevamos mañana a la Asociación Defensora de Animales (ADA) y se acabó". Cuando lo levantamos de allí nos dimos cuenta por qué lo habían tirado a la basura: estaba muy enfermo de su piel, llena de úlceras, muy desnutrido y en general se veía pésimo. Finalmente terminó en la ducha de mi casa con un baño desinfectante y al darle de comer nos dimos cuenta que no recibía nada. Ni siquiera agua. Le acomodamos una cajita de cartón y allí le dejamos. Hacía un enorme esfuerzo por bajarse para, en el periódico que tenía al lado, hacer sus deposiciones que no eran mas que sangre pura. Realmente creí que moriría esa noche y me dediqué a darle suero de rehidratación para niños y solamente lo hacía lamiendo mis dedos mojados en el suero. Al día siguiente con todo y cajita lo llevamos a la ADA donde nos dijeron que no podíamos dejarlo y que solo nos regalaban la atención del veterinario lo cual aceptamos a regañadientes. El veterinario diagnosticó "moquillo" y nos explicó que era una grave enfermedad de la cual pocos perros se salvaban. Sin embargo consideró que había que hacerle un agresivo tratamiento con antibióticos y otras medicinas (bastante costosas). Y bueno, comenzamos el tratamiento en la casa con el cachorrito. Yo seguía pensando que cuando se mejorara lo regalaría a alguien que lo cuidara pues no tenía planes de tener un perro.
Finalmente, una semana después, Bartolo (ya tenía nombre oficial) se veía mucho mejor, aunque la gente que lo veía decía: "que asco de perrito". Su piel había sanado pero había dejado parches y parecía realmente una hiena.
Esto fue hace cuatro años y ahora es el ser mas adorable, bonito, juicioso y sano que haya conocido. Bartolo es muy popular por su historia en el lugar donde vivo y puedo decir con toda franqueza que AMO MI PERRO BARTOLO.